644354649 | info@vigea.es

Medicina estética en la edad madura

En las edades mas avanzadas la medicina estética también es aplicable siendo muy importante la valoracion integral del paciente al que vayamos aplicar el procedimiento ya que los pacinetes mayores tienen características distintas a un pacinete de menos edad por los cambios fisiológicos que se producen con el envejecimiento.

medicina_estetica_en_personas_mayores

Envejecer no es una enfermedad, es un proceso que se va produciendo dia a dia. Creación, regeneración, destrucción, eliminación..., funciones que se producen en nuestro organismo y que según van pasando las décadas van sufriendo cambios cuantitaivos y cualitativos dando lugar al proceso de envejecimiento. Y en condiciones de no enfermedad grave e invalidante, sin contraindicaciones por enfermedad o por medicación, ¿por qué no hacer uso de esta disciplina médica en pacientes de mas edad?.

La respuesta de "esto no es para mí", "ya para qué", "y que se puede hacer ya conmigo", son las que más se escuchan cuando se ofrece un tratamiento a pacientes mayores con salud conservada (anciano sano con buena situacion basal). Si bien cuando le preguntas que le gustaria volver a tener o eliminar de su rostro o cuerpo hacen referiencia a las arrugas, manchas, ojeras, flaccidez..., queriendo tener un rostro mas luminoso, terso, sin bolsas en párpados, sin tanta piel sobrante en cuello... Y este tipo de demanda será mas creciente en las generaciones venideras donde se avanza más en la sociedad de bienestar, de calidad de vida incluyendo la imagen que se quiere proyectar al exterior. El interior marca la imagen que damos a los demás y hay veces, como dijo recientemente la actriz Carry fisher (Leia en Star Wars), que " su cuepro no ha envejecido tan bien como ella", haciendo referencia a la importancia de que su mente, su interior, sí ha podido ver las cosas que de verdad importan. Para aquellos que quieran un proceso paralelo, se pueden hacer uso de técnicas antiaging incluso en edades mas avanzadas de la vida. 

 

Con el paso de los años, la piel sufre cambios: la epidermis adelgaza, la piel se muestra mas pálida, seca, con mas tendencia a lesiones y equímosis, aparecen manchas, elastosis, ... Hay también un descenso de la produccion de colágeno y otras sustancias que dan sustento a la piel. Todo esto hace que algunos tratamientos que si van bien para pieles más jóvenes no se puedan aplicar a pieles más maduras, máxime cuando además toman medicación que pueden aumentar el riesgo de infecciones o hematomas. Si bien hay técnicas contraindicadas o con resultados pobres, si se pueden aplicar otras que darán resultados satisfactorios en función del paciente a tratar y el estilo de vida que haya llevado en su juventud/madurez.

La toxina botulínica es uno de los tratamientos más demandados en personas a partir de 65 años. Los resultados son diferentes a los que se puedan esperar en personas de menor edad, si bien, los cambios producidos dan un aspecto más relajado lo que implica un rostro menos envejecido. Otro de los tratamientos indicados en pieles envejecidas son los peeling químicos: siempre teniendo precaución en el control de la la profundidad para evitar lesiones. Este procedimiento aminora arrugas y muestra una piel mas luminosa. Las mascarillas nutritivas con diversas sustancias, proporcionan un grado de hidratación y luminosidad sin riesgo de lesiones. El uso de radiofrecuencia, salvo contraindicaciones específicas, reduce la flaccidez facial, de cuello y de otras zonas, pudiéndolo combinar con productos para la regeneracion de la piel. Luz pulsada, vectorización, hilos tensores..., son otras técnicas con posibilidad de aplicación. Una vez realizada la valoracion inicial del pacinete, teniendo conocimiento de los cambios fisiológicos que se producen con la edad asi como de los resultados y limitaciones de las técnicas a utilizar, las personas de más edad también pueden obtener resultados satisfactorios con la medicina estética. 

Para terminar, hacemos referencia a una farse de Don Pablo Picasso que refleja el espíritu que todos deberiamos albergar a pesar del paso de los años: "Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida".